Cuando entré a la sala de la
Inquisición, me sentí perplejo. Estaba
convencido de que iba a ver monjes dispuestos a incinerarme. Pero me equivoqué. Había un grupo de brujas. Eso me dio
esperanzas. La Inquisición no quema a nadie por leer cuentos. Quema brujas. Aunque no me era agradable la
idea, creí que no iba a ser yo el quemado, sino las brujas.
Al poco tiempo, me di cuenta que me había equivocado. Las brujas empezaron a cuestionarme, frente al Genio del Mal. Empecé a responder cada una de sus preguntas. Mis respuestas eran claras. Justificaban mi inocencia. Mi único pecado es leer buenos cuentos. Eso no interesaba. Las brujas se habían reunido, porque necesitaban una víctima y yo era ideal.
Al poco tiempo, me di cuenta que me había equivocado. Las brujas empezaron a cuestionarme, frente al Genio del Mal. Empecé a responder cada una de sus preguntas. Mis respuestas eran claras. Justificaban mi inocencia. Mi único pecado es leer buenos cuentos. Eso no interesaba. Las brujas se habían reunido, porque necesitaban una víctima y yo era ideal.
La bruja mayor, se acercó. Me dijo: "el libro que traes entre manos te denuncia." Flores oscuras es el título. El autor Sergio Ramírez.
Era cierto. En mis manos estaba el libro del gran prosista nicaragüense. Sin miramientos, la bruja mayor, me ató en la pira. Me
embadurnó con brea y, con su mirada de
gato, encendió la hoguera. Empecé a quemarme.
Como en todos los malos cuentos,
quise despertarme, convencido de que era una pesadilla. Pero al no despertar,
al ver que me quemo, comprendí que todo es una gran verdad. Me habían quemado
vivo por haber leído cuentos durante más de treinta años; mi biblioteca, mis
publicaciones, mis críticas fueron los argumentos que validaron mi incineración... En mi
próxima vida, desterraré la palabra cuento de mi vocabulario.
Hay una buena oración para impactar con el cierre. Hay algo que me agrada, las oraciones cortas y su aplicación en didáctica, este cuento es apropiado para realizar un taller de gramática, cohesión y coherencia, signos de puntuación y literatura. Si me lo permites y me autorizas para usarlo como modelo en un taller; pero tengo que leerlo con detenimiento.
ResponderEliminarMe gustó, es un cuento corto. Está interesante. ¿Quiénes son las brujas?... allí hay un simbolismo. Tiene magia y realismo, deja al lector con intrigas. Introduces un tema de actualidad al hablar de la obra de Sergio Ramírez. Hay tantas cosas en este cuento para analizar. Sigue escribiendo así, el hecho de ser de bolsillo es encantador; así me leo mil.
ResponderEliminarAlgo fácil para los políticos: hacer cuentos...
ResponderEliminarLas brujas no son nadie en particular. Es algo que, simplemente, se me ocurrió.
ResponderEliminarEsta es una forma muy diplomática para hacer críticas constructivas y recordar cosas que no se deben olvidar.
ResponderEliminarMe fascina cuando te celebras en el centro de la vida, yo lo hago también, a ti, y a arte y a la inteligencia en el centro de la vida. Y sobre todo, celebro tenerte!!!
ResponderEliminarProfe, buena comparación y la verdad que buen cuento también, es diferente y tiene un motivo de ser y eso lo hace aun más interesante jaja espero que siga haciendo más.
ResponderEliminarGracias.
ResponderEliminarDaniel.
ResponderEliminarMe gustó es corto y fácil de entender.
Gracias. Daniel.
ResponderEliminarParece una sátira de la vida real ...muy bueno profesor.
ResponderEliminarProfe. Definitivamente mi papá nunca se ha equivocado cuando me ha aconsejado: "Hija mía, zapatero a su zapato".
ResponderEliminarBuen comienzo, Melqui. Espero no desmayes ante la crítica de los demás.
ResponderEliminarDesde el título, el cuento Inquisición nos da una sacudida. Rememora el lector las atrocidades de este órgano eclesial, luego la intemporalidad entre la última obra de Sergio Ramírez y la época oscura de la Iglesia aviva la angustia, pues nos confirma que aún se persigue a la gente y que muchas veces los perseguidores eran las víctimas antaño.
ResponderEliminarEl cuento invierte la realidad y la historia, sin justificarlo mediante el recurso onírico; sino por medio de una fractura temporal que crea una ironía: las brujas acosan con la brea y el fuego a los otros, al otro. Esta situación se convierte en denuncia de los sentimientos perversos de los seres humanos y de los fantásticos, pues tan pronto ostentan el poder son realmente crueles y avasalladores. El poder entonces es el vehículo para sacrificar y no importa a quién, el asunto es demostrar que se puede destruir a alguien o algo por convicción, capricho, rito o fe.
En medio de la tragedia del personaje principal, observamos a un ser ingenuo que cree que con sólidos argumentos se pueden vencer las posturas extremistas. Situación típica de nuestra moderna sociedad, donde la fuerza y no la razón es la ley. Por otro lado, se presenta el rol de la cultura en un mundo bárbaro y deshumanizado, como un pecado insoslayable que merece la pena capital.
El final suaviza, medianamente, todo el horror de las horas del personaje y del destino de la cultura, pues abre un espacio de luz al declarar que tendrá una reencarnación; no obstante, cierra esa ventana al confirmar que desterrará en su próxima vida la palabra cuento de su vocabulario, lo que equivale a decir: mejor inculto que quemado. Ni el fuego aterrador ni nada deben ser capaces de separarnos de los libros; no obstante, entiendo que es un cierre con carácter jocoso que mitiga la alta dosis de espanto que encierra la trama.
Gracias, amigos, por sus enriquecedoras opiniones. INQUISICIÓN es un relato que me ha permitido liberar muchos demonios.
ResponderEliminarEl relato me gustó mucho, algo surrealista y original. Su lectura no es para todo el mundo, hay que tener cierto grado de cultura.
ResponderEliminarHay personas que llevan la bruja por dentro.
ResponderEliminarOJALÁ HAYA OTRA VIDA, NO IMPORTA QUE NOS QUEMEN: HAY QUE SEGUIR LEYENDO Y ESCRIBIENDO. MUCHA SIMBOLOGÍA, PERFECTO. FELICIDADES, AMIGO.
ResponderEliminarExcelente!, para mi concepto, me pareció la realidad trasladada al tiempo de la inquisición. Ya que ahora mismo la "sociedad" en general es perseguida de una u otra forma por sus actos, por quienes son y a veces sin causa alguna.
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