DISCURSO DE LA ESTUDIANTE CRISTELLE GARCÍA EN NOMBRE DE TODOS LOS ESTUDIANTES ANTOLOGADOS.
¡Todo esto me recuerda tantas cosas…!
Ser capaz de inventar mundos y decidir sobre
personajes es una experiencia casi divina.
Es lo que
siento ahora cuando leo el limonero, hijo de mi imaginación.
Me han preguntado muchas veces, si la
historia de Luciana es mi historia.
Puede ser. Porque puede ser la historia de cualquier
muchacha de mi edad que vive el
despertar de su alma, porque los temas de la literatura siempre son los mismos,
aunque los personajes seamos diferentes,
porque el amor, la vida, la muerte, el odio, la envidia, la oposición a los sueños
son elementos comunes a la vida de todos los seres humanos…
Siento
una gran responsabilidad al hablar en nombre de todos, porque de todos he
tenido una enseñanza, válida para toda mi vida; de Selma, en su Estrella de
Abril, aprendí que el amor y la fe mueven el mundo y nos ayudan a superar obstáculos; de
Laura, mi compañera de todos los días, aprendí que es necesario creer para poder, que solo el que tiene fe es capaz de vencer
obstáculos;
Lineth, en su pareja de enamorados, nos enseña que
para gozar el dulce sabor del amor tenemos
que sufrir el amargo sabor del desengaño; Xilenys en su Mensajero de un amor anunciado, nos convence de que el amor siempre vencerá las dificultades que se oponen
a su realización; Jáuregui nos da una lección de decidida lucha
en Uachiñingo como elemento capaz de
salir de la cárcel de nuestros problemas; Marirtzenia, en el Castillo de Angélica, nos
demuestra cómo los sueños son una forma
de afrontar la realidad; Carmen, por su
parte, nos indica el valor de la familia y la fe de los hijos como medios para
tener éxito en la vida; Marianelis nos enseña a soñar con las dificultades y felicidad de la
princesa Tiana; y, Milagros nos da una
gran lección acerca de cómo una familia unida puede vencer las dificultades más
grandes que la vida nos presente.
En nombre de todos los que compartimos este sueño, materializado
en EL LIMONERO Y OTROS CUENTOS, quiero
dar gracias a los que tuvieron fe en nosotros, a los que nos apoyaron, a los que nos han
leído, a los que nos han seguido a través del blog; en fin, a todos los que en
alguna medida han sentido compasión por Miguel o que han derramado una lágrima
por la suerte de Luciana.
Asimismo, aprovecho para agradecer a nuestros
profesores, que con atino nos han guiado para descubrir los mundos de nuestros
sueños; al Sr. Director del plantel
nuestra eterna gratitud por el apoyo
total; al Profesor José Chen Barría por
sus acertadas palabras y, a ustedes compañeros, amigos y familiares, que hoy nos acompañan en momentos de tanta
felicidad, porque como insinuamos al principio:
… todo esto nos recuerda tantas cosas…
Gracias
a todos y que Dios los bendiga.
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