Cristelle García
Estudiante de IX° del Colegio Manuel María Tejada Roca.
Cristelle García |
El autor nos narra la historia de María, la misma
inicia cuando es concebida, prácticamente,
en un acto de violación de su padre hacia su madre, mostrándonos así la cruda realidad de tantos niños que, lejos
de ser concebidos con amor, son simplemente el resultado de un acto de
satisfacción sexual. Desde ese instante
el lector puede percatarse que la vida de María no va a ser fácil.
María
crece en un ambiente de extrema pobreza en el cual no tuvo la oportunidad de
tener una infancia como la de otros niños, ya que careció de juguetes, de
prendas de vestir, de zapatos y no contó con una vivienda en la que tuviera una
habitación propia o una buena cama para dormir, sino una pequeña choza que debía
compartir con su familia, donde tenían que dormir sobre cartones o sobre
madera.
Momentos de gran alegría para María fue cuando
inició su escuela. Es en esta circunstancia en el que aparece un personaje que
marcaría positivamente su vida, la maestra Tita, quien llena de ilusiones llega
al pueblo de La Esperanza en el cual impartiría sus clases lejos de las
comodidades a las que estaba acostumbrada, puesto que esta escuela, “si se
puede llamar así” era simplemente un rancho que carecía de implementos básicos
como tablero, tiza y mucho menos textos actualizados. Aún
así con gran esfuerzo y empeño, la maestra Tita animó a sus estudiantes a
seguir adelante, entre ellos María, quien siempre demostró ser una excelente
estudiante. Al terminar este episodio pude observar la segunda clara
manifestación del machismo de Pablo (padre de María) al no querer enviar a
estudiar y trabajar a su hija a la capital, limitándola así al círculo de
pobreza en el cual él había nacido y crecido.
Gracias
a la insistente intervención de la maestra Tita, ésta logra convencer a Pablo
de que le permita a María viajar a la capital, con el propósito de estudiar y
trabajar para superarse. He aquí donde el autor nos abre los ojos y podemos
comparar dos mundos completamente diferentes.
María,
al llegar a la capital, es recibida por Kukita, la que por un tiempo
indeterminado sería su patrona e inmediatamente le dio las indicaciones que
debía seguir para realizar su trabajo con eficacia. En ese preciso momento María
se da cuenta de que la vida en la ciudad es un mundo completamente distinto al
que ella estaba acostumbrada a vivir; de un lugar humilde que carecía de
servicios básicos como luz y agua, pasó
a vivir en lo que ella consideraba un palacio debido a todas las comodidades
que allí poseía; pero pronto se dio cuenta de que la vida en aquel lugar, sería
un poco difícil, ya que su patrón tendía a acosar a sus empleadas lo que obligó
a María a guardar distancia.
Poco
tiempo después de residir en la capital, María ingresa a estudiar en un centro
escolar dirigido por monjas donde logra graduarse con honores. Ella enfrenta
una vez más la injusticia social cuando le pide a su patrona la autorización
para continuar sus estudios en una escuela nocturna oficial, la cual es rechazada.
María abrumada por la negativa de la señora Kukita se ve obligada a renunciar a
su trabajo, pero a la vez inspirada por la frase que la patrona le dijo la cual
en vez de deprimirla la animó a seguir adelante. Esta frase fue: “La gente pobre lo que necesita es
trabajar, no estudiar.”
A
medida que María estudiaba y trabajaba, abría los ojos ante las injusticias
sociales que observaba cada día, la explotación de los patronos hacia los
empleados, el alto costo de la vida y todos los problemas que vivir en una
ciudad conlleva. A pesar de esto, María siguió estudiando y gracias a su
esfuerzo logra graduarse una vez más con honores de la escuela nocturna.
Terminada
esta etapa decide entrar a la universidad y enfrenta la gran decisión de su
vida, ¿Qué estudiar? Con María aprendí que un título universitario no garantiza
a nadie salir de la pobreza y menos tener un empleo bien remunerado.
María
entra a la vida universitaria donde conoce otro mundo y se percata del tráfico
de influencias y la politiquería. En la universidad María conoce a un joven que
le atrae mucho para tristemente darse cuenta que este joven solo tenía motivos
religiosos para acercarse a ella. El autor, a través de toda la obra, nos
presenta lo que puede ser la religión para una persona. Para María, en su
infancia la religión fue la que le permitió tener un nombre ya que la fe de
bautismo era la única constancia de su nacimiento, posteriormente vimos como
las monjas donde estudió María, trataron de atraerla para que perteneciera a su
congregación y ahora en la universidad, era la candidata perfecta para
pertenecer a un grupo religioso y ganar adeptos. La protagonista se debate
entre sus creencias y la realidad que vive cada día.
En
la vida universitaria, María conoce a Teresa y es aquí en donde puedo comparar
las dos situaciones de encuentro sexuales que nos narra el autor. El primero,
la concepción violenta de María en donde Juana, madre de María, es forzada a
una relación sexual que tuvo sus consecuencias, pero a pesar de la extrema
pobreza en que vivía Juana y al futuro incierto, ella opta por darle vida a ese
nuevo ser que llevaba en las entrañas: María. Por otro lado, Teresa, muchacha
joven y bella, con una posición económica estable y que, por situaciones de
ignorancia, mantiene relaciones sexuales con un hombre machista y quien no
valora la vida humana. Contrario a
Juana, Teresa toma la equivocada decisión de no traer su hijo al mundo lo que
le provoca la muerte.
A
través de los trabajos de María podemos percatarnos que, a pesar de ser
ambientes diferentes, las situaciones económicas eran similares, ya que en su
trabajo como vendedora, sus compañeros pasaban hambre para ahorrar lo poco que
ganaban para poder cubrir con sus necesidades básicas; en cambio en su trabajo
en una institución financiera podemos observar cómo sus nuevos compañeros se
limitaban de sus necesidades esenciales para llevar una vida que no iba acorde
con su salario.
Quiero
concluir mi comentario con dos importantes temas: La superación y la pobreza. En nombre de ellos, es una clara
muestra de que cuando existe el deseo de superación se puede salir adelante a
pesar de los obstáculos. Lo vemos claramente reflejado en la vida de María y de
su hermano Pedro, quienes con mucho esfuerzo y sacrificio lograron salir de un
ambiente marginal y abrirse camino, paso a paso, hasta alcanzar las metas
deseadas.
El
tema de la pobreza es analizado desde dos puntos de vista. La pobreza vista por
los que nunca han sido pobres y la pobreza percibida desde la perspectiva de
los que la viven a diario. Para tal efecto, el autor nos describe dos mundos
diferentes, los cuales entrelaza para que el
lector pueda percatarse de la realidad de las injusticias sociales. Así
quienes hablan de solucionar este problema nunca han sabido lo significa
acostarse con el estómago vacío. Hablar de hambre no es lo mismo que sentirla. ¿Cómo se puede hablar de hambre mientras se degustan exquisitos platillos?
Esta
novela nos lleva a cada uno de nosotros a reflexionar que la pobreza no es
solamente carecer de dinero o de bienes materiales. La pobreza también es
mental y que mientras esta persista, nunca podremos salir adelante y seguiremos
siendo manipulados por los sectores políticos, religiosos o sociales según su
antojo. En nombre de ellos es una
invitación a conocer la sociedad panameña, más que una novela, es una realidad.
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