miércoles, 23 de noviembre de 2011

REVISTA MAGA Nº69

(Presentación en la Universidad Tecnológica de Panamá, 8 de noviembre de 2011)
         La Revista Maga Nº69 ha dejado de ser ya la revista tímida que iluminaba el firmamento intelectual panameño con la efímera oriflama de los fuegos artificiales, sin la certeza de tener vida en el próximo número. 
De allí, que la revista se encuentra en su cuarta época, que se perfila como definitiva, ya que está institucionalizada  en la Universidad Tecnológica de Panamá que, para satisfacción de todos, cumple 30 años formando panameños  y no solo tecnócratas de alta calidad, especializados en una disciplina del saber humano, aplicable a un área específica del competitivo mercado laboral,  sino que les agrega un elemento humano, humanístico, consciente de que era verdad lo que insinuaba aquel sabio latino cuando decía: Soy un hombre, por lo tanto nada de lo humano me es ajeno. 
Si hacemos un poco de historia, han pasado 27 años desde la aparición de la primera Maga, que nació rústica vista desde ahora, pero muy moderna desde la óptica de aquellos días, cuando era el producto del empuje constante del hombre-hormiga, a quien llamo así por su trabajo inquebrantable y silencioso que es Enrique Jaramillo Levi.
Eran los días en que recién había muerto Julio Cortázar, uno de cuyos personajes (La Maga de la novela Rayuela) heredó su nombre a la revista panameña de literatura que más tiempo ha sobrevivido.
El número actual, excelentemente diagramado por Silvia Fernández Risco, está ilustrado por el arquitecto Enrique Jaramillo Barnes, quien a través de los arcanos recónditos de la imagen, nos sugiere el futuro prometedor que tiene Maga, pues el hecho de que unas piernas fuertes  den un salto hacia el futuro, o que simplemente inicien el vuelo hacia el sueño del ideal de perfección humana, rodeadas por peces de apacible apariencia que se desplazan entre nubes, superponiendo los sueños sobre las realidades, bosquejan el mañana de la Maga, editada por la Universidad Tecnológica de Panamá, sin olvidar, claro está, en la sombra que se proyecta hacia abajo, (hacia el ayer) el efecto de la imagen en las aguas, con lo cual se recuerda el origen, el tesón y la esperanza que le permitió nacer, visto todo desde la línea de la perspectiva que nos ubica en el momento actual.
Amigos que me escucháis, la revista en esta ocasión nos presenta una gran cantidad de textos, objetos de los conjuros de la Maga, pletóricos de la magia propia de la literatura, de autores y géneros diversos, entre lo que se tocan en la primera parte, relatos de Mady Miranda, Moisés Pascual, Claudio de Castro y un ensayo interesante sobre el cuentario Duplicaciones de Enrique Jaramillo Levi, escrito por el sabio maestro Chileno, don Fernando Burgos.
La segunda parte titulada Homenaje a Raúl Leis, es una sección con textos del propio Leis, una interesante visión de Mariela Arce de Leis en la que resume la fe del magnífico sociólogo colonense inexplicablemente desaparecido, que la autora tituló: La creación como un acto de amor. 
Hay en la sección otros textos, igualmente sugerentes, sobre don Raúl, tales como Adiós a un maestro de Mauro Zúñiga Araúz y Semejanzas contrastadas de Enrique Jaramillo Levi.
Encontramos también un homenaje póstumo al reconocido poeta hondureño Roberto Sossa, en el cual encontramos poemas del autor y reseñas de Jorge Ávalos y Mónica Lavín.
Asimismo, podemos disfrutar de algunos poemas de la poetisa nacional Indira Moreno.
En la sección reseñas, encuentro un motivo para sentirme regocijado como maestro de literatura, ya que la misma cuenta con textos de cuatro de mis ex alumnos de Maestría en Penonomé: mi gran maestra Lastenia Moreno de Castillo, la acuciosa analista Migdalia Agudo, la curiosa observadora Mónica Reyna y el escrupuloso manejador de la palabra José Quirós. 
Esto es una muestra de lo que se hace en el interior y  de la necesidad de que Maga y la amplia labor que desempeña la Coordinación de Difusión Cultural de la Universidad Tecnológica de Panamá, salgan de la capital y se proyecten con la visión integradora de la imagen de la portada de Enrique Jaramillo Barnes, para que la cultura no se quede encerrada en la capital y que la producción intelectual interiorana no quede resumida en las tacañas palabras de un telegrama social dentro de un funeral, como tantas veces ocurre.
Señora Rectora, creo que la Universidad Tecnológica también debe contribuir con la difusión de la cultura en todas las regiones que están más allá de la capital…
Asimismo, contamos en esta reseñas sobre la obra El Gato Encerrado de Enrique Jaramillo Levi, escritas por Armando Alanís y por Mónica Lavín.
Cuentos de Isabel Burgos, de Katia del Carmen Malo, el clásico Cante Hondo del poeta español Antonio Machado, recuerdos de Sábato, por Jaramillo Levi y poemas y testimonios de Javier Alvarado, son tan solo otras muestras del suculento banquete intelectual que nos ofrece la Maga en esta ocasión.
En la sección Taller, encontramos textos de José Castro Montilla, Marisín González, Ronald Bonilla, Sonia Ehlers Prestán, Luz Lescure.
 Asimismo, entre las noticias más recientes del mundo literario nacional el Coordinador de Difusión Cultural de la Universidad Tecnológica de Panamá, Héctor Collado nos habla acerca de la presencia de la UTP en la pasada Feria Internacional del Libro y se informa que Federico Rodríguez Gutiérrez gana el premio Diplomado en Creación Literaria, versión 2011.
Culmina la revista, con textos de Aldacristo Guevara, Federico Gutiérrez, Melanie Taylor Herrera, del gran maestro Ariel Barría Alvarado, Lupita Quirós Athanasiadis, Roberto Pérez – Franco y Bolívar Aparicio.
     Aprovecho para felicitar a la Universidad Tecnológica por sus 30 años y, sobre todo, porque en tan poco tiempo ha difundido más la cultura, la literatura en especial, que las instituciones encargadas de hacerlo.
      Como hemos visto el número 69 de la Revista Maga, la hija de Enrique Jaramillo Levi, adoptada por la Universidad de Panamá, es rico y variado, por lo que despido mi presentación, pronunciado el discurso poético de una hija para con su padre publicado en este número: me refiero al poema Amor sin límites de Arabelle Jaramillo Ochoa, su primera publicación en Panamá:
A veces cerca, a veces lejos
Pero siempre presente
Siempre constante
Siempre amoroso
Alma de guerrero
Incansable espíritu de lucha
Corazón bondadoso
Siempre compartido
Aunque solitario a veces
Tú, mi padre, el ser que me dio la vida
Relación infinita de éxitos y tropiezos
Amor y desamor
Perdón y reconciliación
Al fin y al cabo…
Amor sin límites.

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