Melquiades Villarreal Castillo

La
intriga, el deseo, la impotencia, el amor, el odio (entremezclados con los
profundos mecanismos del ser humano para obviar los desagradable pululan por el
relato, en el cual don Jaime Alvarado, un hombre manejable que no se atrevió a
casarse con Margarita, el amor de su vida, so pena de ser desheredado de la
empresa familiar por su padre, se casa con Rina a quien ama, aunque no con el
amor volcánico propio de la juventud, sino con la apacibilidad de la vida
sosegada y estable.
Tras la
muerte imprevista de Rina, Jaime padece una serie de ausencias mentales, que
son aprovechadas por Alfredo para despojarlo de la presidencia de la empresa,
con la complicidad por sometimiento de Patricia, quien por estar sojuzgada
actúa de acuerdo con los intereses aviesos de la codicia de su marido.
Milagros,
la otra hija de don Jaime vive una odisea para ayudar a su padre a volver a la
realidad y para lograr rescatar el patrimonio familiar.
El final
surge tras desencadenarse una serie de aventuras, en las cuales buenos y malos
pugnan por su verdad, contando con la complicidad del amor, sentimiento divino
y justo que ubica a cada cual donde debe estar.
Como
valor agregado, la obra nos presenta una serie de profundos conocimientos
hindúes tendientes a encontrar la tranquilidad en nuestra propia esencia,
abriendo nuestros ojos para aprender a vivir, sin estar subyugados por factores
materiales.
Wao, Melquiades excelente interpretación de mi novela. Te solicito permiso para publicarlo en mi web. Gracias y un abrazo.
ResponderEliminarRose Marie Tapia
www.rosetapia.com