miércoles, 28 de diciembre de 2011

ELEMENTOS LÚDICOS EN CONFESIONES EN EL CAUTIVERIO DE ROBERTO PÉREZ-FRANCO

Cada vez que una obra de arte ve la luz, es un triunfo que produce un gozo Inefable, en los amantes de la vida.
Es un deleite hiperbólico para mí, en calidad de investigador inclaudicable de la literatura de la Provincia de Los Santos, el hecho de que se me permita presentar al público, un hijo del cosmos de Roberto Joaquín Pérez Franco, pues la obra que hoy presento es un juego de habilidad, donde cada uno de los relatos es una pieza individual, pero que unida al resto conforma un macromundo matizado con un profundo lirismo.
La obra, como tal, es una tierna historia de amor, patentizada en el prólogo de Giovanna, quien de manera escueta declara: "Este joven escritor ha llenado mi vida de poesía, de flores y de alegrías. Este mismo personaje es el eje sobre el cual gira el cuento mejor logrado de la colec­ción "El Amor del Último Retoño", Giovanna Paola Stefani, el amor del último retoño.
   Esta colección resulta Interesante sobre todo por la evolución constante de la temática tratada.
    El cuento "Preludio", que trata sobre un hombre que fue enterrado vivo, presenta diáfanos vestiglos del problema existencia, definido a la perfección por el francés Jean Paul Sartre, y que se ha constituido en la génesis y cima de muchos escritores hispanoamericanos, como es el caso de Juan Carlos Onetti con El Pozo, o el panameño Ramón H. Jurado con El Desván.
    Sin embargo, en la obra que nos ocupa, la preocupación existencial fenece inmediatamente, para convertirse en un canto al amor y a la vida.
     "La Lluvia sobre el Mar" más que un cuento, es un intento de prosa poética, imbuida del lirismo juvenil e inocente, que caracteriza el amor y la candidez, del senti­miento casto de la primera pareja, ante lo sublime del Edén, el texto lo manifiesta así: "Y juntos disfrutamos del indomable poder de la mar bravía, de la fresca caricia de la brisa y del embriagador sentimiento del amor, envueltos en las redes que con nosotros formó el salvaje embrujo de la lluvia sobre el mar.(Págs. 15 y 16).
    Los dos cuentos subsiguientes se salen del contexto temático, para reflejar una profunda maniobra de la erudi­ción, que habla sido intentada con anterioridad por el cubano Alejo Carpentier en El. Siglo de las Luces y por el panameño Rafael Ruiloba en Vienen de Panamá. La pasión por la literatura lleva a Roberto Joaquín Pérez Franco a intentar una reconstrucción del castellano del siglo XVI, en la elaboración sintáctica del cuento que intitula la colección: "Confesiones en el Cautiverio", cuya temática es interpretada por la prologuista como: "el amor entre un hombre y una mujer como complemento del amor a Dios."(Pág. 2)
    Gran verosimilitud, logra Pérez Franco en el cuento "Carta en la Defensa de Balboa ante Vuesa Grandeza el Cardenal Cisneros", donde el narrador, juega con el género epistolar, para esgrimir un panegírico en defensa del descubridor del Mar del Sur, glorificando su osadía para arrostrar las vicisitudes ofrecidas por su existencia aventurera.
    La narración "Arum Bakir Ehrab", es una prosificación del poema homónimo de Eduardo Ritter Aislán, donde la estética oriental se deja sentir a plenitud.
   Uno de los relatos más llamativos de la colección lo constituye "Las Cuerdas Doradas", dedicado al profesor Bolívar Rodríguez, en el cual, el relator cuenta cómo conoció al maestro Bolívar Rodríguez, quien le enseñó a tocar la guitarra. Además, se revive la romántica época de las serenatas, cuando Rodríguez acompaña al narrador a llevar una serenata a la mujer amada, incitándole a actuar con arrojo y decisión para que la acción tenga éxito. No obstante, el narrador se deja absorber por el miedo y resuelve la situa­ción como un autómata, que ciegamente obedece el mandato del músico chitreano.
    "Camino hacia el corral" es la recreación de una figura campesina: El temple del carácter del hijo por parte del padre severo que persigue el logro de la valentía y coraje del retoño, a través del vencimiento de duras pruebas.
    De esta colección, sin lugar a dudas, lo mejor elaborado es el relato fantástico "El Amor del Último Retoño", donde Pérez Franco se convierte en un narrador intradiegético (a la manera de Eusebio Marchosky en El B.S. de Chepy. para exhibir una colosal cuantía de prodigios que ocurrieron a lo largo de cinco centurias, para que él arribara a la tierra y se encontrara con la fémina soñada por su corazón. En la fábula, se desabrigan intertextos desnudos de Cien Años de Soledad, pues el narrador personaje se autocompara con el genial descubridor José Arcadio Buendía -quien tras innumerables experimentos descubre cinco siglos con posterioridad a que el resto de la humanidad lo supiera- que nuestro planeta es redondo como una naranja, cuando se informa de hechos (que dentro del mundo de la narración debían ser axiomáticos) tal como el fenómeno de que:
   "le sorprendió que la humanidad hubiese tenido que esperar tantos siglos hasta que él viniera a explicarles el sencillo fenómeno celeste: las estrellas no eran más que el reflejo de las luces de las casas terrestres en la bóveda lustrosa del cielo."(Pérez Franco, (1996, pág. 89).
    En el último relato de la colección, Pérez Franco abandona, el criterio de la literatura desde la perspectiva del arte por el arte, para inmiscuirse en el complejo mundo de la literatura comprometida, promoviendo mediante mensajes subliminales su interés de lograr un mundo más equitativo, tanto para Panamá en particular como para la humanidad en general.
    Confesiones en el Cautiverio es una admirable demostra­ción literaria, donde el autor busca una identidad original. La obra refleja un peldaño hacia la maduración de un novel literato que promete mucho en un porvenir cercano.

BIBLIOGRAFÍA
BERISTAIN, Helena. Diccionario de Retórica ¿Poética. 5a edición. México: Editorial Porrúa. 1995. 507 págs.
DÍAZ PLAJA, Guillermo. La Literatura. (Su técnica, su historia). 26* edición. Barcelona: Ediciones La Espiga 1960. 288 págs.
MIRÓ, Rodrigo. La 1iteratura Panameña. 7a edición. Panamá Litho Editorial CHEN, 1987. 338 págs.
PÉREZ FRANCO, Roberto J. Confesiones en el cautiverio. (Cuentos). Panamá: Impresora de La Nación. 1996. 112 págs.
PRADA OROPEZA, Renato. El Lenguaje Narrativo. San José: Editorial Universitaria Centroamericana (EDUCA). 1979 370 págs.


Las Tablas, 19 de abril. 1996.

ROBERTO POR EL BUEN CAMINO: UN LIBRO NECESARIO

En esta ocasión, quiero dejar mi testimonio sobre una utopía de una autora panameña que le imprime a la novela Roberto por el buen camino, que llegó a mis manos tibia por la calidez de las prensas, un toque especial, pues trata un aspecto que a todos nos interesa, pues la seguridad de nuestras calles es tan dudosa que nunca sabemos si alguien se antoja de nuestra vida antes de cada amanecer. La delincuencia juvenil, nos compete a todos, aunque sabemos que en la realidad pretendemos evadirla (conscientes de que, por lo menos las personas de bien, o los que de manera arbitraria nos inmiscuimos en el bando de los buenos), pues cada caso lo sentimos lejano... hasta que nos toca a nosotros.

       Por la novela de Rose Marie las acciones, cual sujetos, campean en diversas circunstancias, convirtiendo a los seres humanos en auténticos objetos de una predestinación difícil de evadir.

        Así, pues el crimen, siempre injustificado, la sed de venganza y el odio se enfrentan al perdón, al amor fraternal y a la fe en el ser humano, el cual siempre tiene una oportunidad para regenerarse. La obra también contempla aspectos que tocan a las puertas de nuestra conciencia: ¿Hasta dónde somos culpables de lo que ocurre? Acaso ¿hacemos algo para mitigar las penas de nuestros semejantes, convirtiéndonos en barreras para que no caigan en el abismo de las soluciones fáciles? ¿Hasta dónde el egoísmo que nos caracteriza contribuye con el hundimiento de nuestros semejantes?

Inclusive, la obra de manera directa toca a la prensa que se goza en su espíritu mercantil de venta. Vale más la pena hablar de muertos, de sangre y violaciones; la conciencia colectiva está tan imbuida de maldad que no prestaría atención a un medio que hable de las bondades de la ciudad de Panamá que son muchas. Ocurre lo que en todas partes. A manera de ejemplo y alejándome del tema, puedo compararlo con el Carnaval de Las Tablas que tantos atractivos tiene y son ignorados para proyectar la homosexualidad, el desparpajo y la borrachera.

            Así, Rose Marie elabora un párrafo interesante que debe mover a la reflexión a los reporteros:

 "La reportera estaba sorprendida: en su vertiginoso ascenso al estrellato de la crónica roja siempre había aparecido como la mujer que lograba sacar de las casillas a los más conocidos personajes públicos; el trabajo de edición que se lograba en el canal, antes del programa, le permitía aparecer como la que tenía siempre la palabra, pero esta mujer no sólo había cuestionado su trabajo profesional, sino que la había retado a formar parte de un proyecto en el que una vez, recién graduada de la Universidad, ella también había creído. Con el tiempo se convención de que magnificar las escenas de violencia, hurgar en el alma de los homicidas, capturar el llanto y el dolor de las víctimas, pagaba mejor que ponerse a buscar respuestas a los problemas que lo causaban. Ahora, la entrevista se le había salido de las manos y no sabía qué hacer.” (Pág. 77)

En síntesis, puedo argumentar que la obra pone a la juventud panameña en un punto céntrico entre las dos veredas morales: el bien y el mal. Por un lado, está la recta conducción, el respeto y el amor como nortes de vida; por el otro, encontramos el irrespeto, el salvajismo y el desdén como sendas seguras al sufrimiento y a la muerte.


sábado, 10 de diciembre de 2011

SOBRE FRACASOS ESCOLARES Y OTRAS CURIOSIDADES DE DICIEMBRE

“En una escuela obligatoria no debe haber repetidores.”

           Hace casi 20 años inicié mi trabajo como docente, aunque durante gran parte de este tiempo he permanecido estudiando.
Con mi hija Selma, el día de su graduación.
Por observación directa, he notado que en Panamá el mes de noviembre es un mes de una alegría inaudita, debido a las celebraciones propias del mes de la patria.  No obstante, cual ciclo lunar, la alegría que nuestros estudiantes expe-rimentan en noviembre se transforma, por arte de magia, en la tristeza de diciembre, aunque es el mes que contempla una amplia cantidad de fiestas como Día de la Madre, Navidad y Año, Nuevo…; además de ello, están las fiestas de las graduaciones en las escuelas, pues el año escolar termina en esta fecha.
      ¿A qué se debe, entonces, la tristeza, si con excepción de la recordación del 20 de diciembre, todas las fechas encierran algún toque de alegría?  Simplemente, un grupo nutrido de estudiantes panameños, se percata que no han aprobado sus asignaturas. 

Foto obtenida de Internet.

Su reprobación, entonces, es sinónimo de fracaso: en la escuela, en su comunidad y, sobre todo, en su casa.  Las siete plagas de Egipto les caen encima; aunque el resto del componente estructural de nuestro sistema educativo se lava las manos, construyendo una inmediata sociedad fracasada.
         En casa, tenemos muchas circunstancias, desde quienes lo tienen todo –menos cariño y comprensión–  donde los chicos viven en hogares microondas, con empleadas que les lavan la ropa, tutores que les explican las tareas, pizzas a domicilio  a media tarde; pero por otro lado, tenemos al niño que cuando regresa a casa ni siquiera tiene qué comer.
         La sociedad occidental desde siempre ha sido injusta.  Si cometes un delito todo el peso de la ley recae sobre ti.  Pero si eres una persona honorable, justa, recta nadie te manda ni siquiera un telegrama de felicitación. La sociedad margina al estudiante con fracasos.
         Alguna vez, en una clase que me dictaba el Dr. Laurentino Gudiño Bazán, me tocó exponer sobre una obra titulada Carta a una maestra, cuya lectura completa debiera ser obligatoria para todos los docentes de Panamá.  El libro simplemente es conmovedor, un clásico de la pedagogía. Escrito con descontento por ser producto de chicos que habían vivido en su propia carne la injusticia de una escuela clasista, que les dejaba fuera del sistema, sin darles siquiera el diploma básico obligatorio.
         Paso a citar algunos comentarios sobre la obra, porque en verdad, jamás la he leído completa.  Si los minutos que he utilizado en escribir este texto, cambian la forma de pensar de alguno de mis colegas, me daré por satisfecho:
“Finalmente "salvados" por la escuela de Barbiana, una aldea de las montañas próximas a Florencia, dirigida por un cura, Don Milani, que se hizo célebre en Italia por su tipo de enseñanza y formación, que no excluía a ningún muchacho, que sacaba lo mejor de ellos mismos y les hacia estar orgullosos de su cultura, frente a una escuela funcionarial, anquilosada, incapaz de enseñar, solo de reproducir, que crea seres individualistas, arribistas y desinteresados de la auténtica cultura, me conmocionó hace casi treinta años y también en este segunda lectura. Si bien el contexto social, político y económico actual en nuestro país no tiene nada que ver con lo que aquí se nos narra, por lo que quizá no es válido para la FAD, es un libro que deberían leer todos los maestros y profesores, como un modo de sacudirse tantas cosas que atan al pasado y que impiden progresar auténticamente. Un libro para los que aman enseñar, ya que, como estos chicos muy bien dicen con su estilo sencillo pero contundente, "el saber solo existe para darlo". (María de Válgoma)
         “Tal como se resalta en la contraportada es una denuncia contra el fracaso escolar, es decir el fracaso de la escuela con la multitud de chicos que manda a la calle sin ni siquiera el diploma básico obligatorio; y lo que es peor, el fracaso de la escuela con los triunfadores, empollones que lo aprueban todo, pero salen mal educados. Individualistas, trepadores y distraídos con sus asignaturas, sin enterarse apenas de lo que dicen los periódicos ni para que lo dicen, ni de cómo son los contratos del paro y del trabajo.
Como ellos mismos dicen no se ha escrito para los profesores, sino para los padres. Es una invitación para que se organicen. “Los padres más pobres no se mueven”, “Si las cosas no marchan, será porque el niño no sirve para los estudios. Lo ha dicho el profesor” (Pág. 49). Pero a pesar de este intento recomendado a los padres, la carta ataca a la maestra (Sra. Spadolini) a la que a su vez tiende la mano, porque, si quiere será la mejor ayuda de los pobres.
El libro consta de tres partes:
- La primera referida a la escuela obligatoria (para niños de 6 a 14 años)
- La segunda referida al Instituto magistral (niños de 15 a 19 años), y
- La tercera, en la que incluyen la documentación utilizada, tablas estadísticas  otras a las mimas, para soportar el contenido de las dos primeras partes.” (http://educationhelp.blogspot.es/general.)


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