domingo, 27 de mayo de 2012

IDEARIO DIARIO:

EL PENSAMIENTO DE GUSTAVO GARCÍA DE PAREDES

Melquiades Villarreal Castillo

     La Universidad de Panamá, al igual que cualquier otra institución humana, vive en permanente cambio al desempeñar el rol histórico que la historia panameña le ha atribuido.  Pocas personas, conocen tanto las intimidades de “nuestra conciencia crítica de la nación”, como del Dr. Gustavo García de Paredes, quien, durante varios periodos y, en la actualidad, lleva su timón desde la Colina, desde la rectoría.

     Para mí, entonces, es un honor compartir mi lectura de la obra IDEARIO DIARIO con tan selecto público, en presencia de su autor, el Rector de la Universidad de Panamá, Dr. Gustavo García de Paredes.

     Este libro, misceláneo por  naturaleza, ya que toca aspectos relacionados con la Universidad y la realidad nacional, más que perseguir impactar a través de la propaganda, busca más bien transmitir un mensaje a la presente y a las futuras generaciones, mensaje lleno de significantes pletóricos de significados, pues la Universidad de Panamá, como han dicho otros panameños preocupados por el devenir de nuestra nación, es la única esperanza que le queda a este pueblo.
     La Universidad de Panamá tiene un claro compromiso con la comunidad nacional, pacto intrínseco que ha cumplido desde sus orígenes, a través de sus múltiples manifestaciones a lo largo de nuestra historia, pues no hay que ser historiador para testimoniar que cada vez que el pueblo panameño se ha visto en medio de una encrucijada histórica, la Universidad de Panamá, de heroica forma, se ha manifestado en pro de la justicia y de los intereses de la mayoría de los nacionales.

 Por ello, García de Paredes se interpela a sí mismo, motivándonos a cuestionarnos:
       ¿Universidad para qué? 

¿Universidad para satisfacer la demanda de empleos? 
¿Universidad para resolver los problemas económicos de un sector privilegiado de la sociedad?
       ¿Universidad para concentrar cuotas de poder? 

Los interrogantes no surgen al azar, son el producto de la meditación del autor, plenamente consciente de que: “Las conductas de las élites y las muchedumbres se han articulado hasta el punto de constituirse en un concordato social funcional y perverso.  El tira y jala de los diversos protagonistas sociales, después de cinco siglos de práctica, echó las bases de un concubinato escandaloso, paterno-clientelista, del cual ninguno de los involucrados quieres desprenderse.” (GARCÍA DE PAREDES, 2011., pág. 11)
     Además, el gran problema de la sociedad panameña, es que el panameño es un ser con ambiciones de lograr un cargo público, aunque gane poco, con la condición de trabajar poco, a cambio de estabilidad laboral, lo cual califica el autor como típica conducta parasitaria del subdesarrollo.

 Por momentos, el texto se torna irónico en apariencia, pero al mismo tiempo ese sarcasmo no es más que el pincel, la herramienta de la cual el autor se vale para radiografiar la intimidad de la Universidad de Panamá.  Por ello, cuando nos dice que:  “Nadie ignora que en esta Casa de Estudios unos cuantos funcionarios no producen, en una jornada de ocho horas, ni para pagarse un café con leche, como decía un ilustre antepasado nuestro.  Y debo decirles: Cobrar un salario y no producir es un acto de corrupción.  Y esto, por supuesto, debe cambiar. Y todos, sin excepción, debemos dar el ejemplo.” (GARCÍA DE PAREDES, 2011., pág. 10)
        Ante este y otros problemas, García de Paredes, nos invita a todos los universitarios a cumplir, como células de un organismo con el papel que nos compete.  Pues si por dentro, la institución confronta dificultades, no es menos preocupante la oposición que la misma enfrenta desde afuera.  Para nadie es un secreto, que la Universidad de Panamá ha contribuido con la formación de una sociedad pensante y que el pensamiento es un obstáculo para los intereses de aquellos que, ignorando la justicia, lo único que hacen es salvaguardar sus propios intereses.

     He dicho ya, que Ideario Diario toca múltiples facetas de la vida nacional. Sobre ciencia y educación superior en Panamá es uno de los primeros tópicos tratados, con lo cual critica el actuar de muchas universidades privadas que funcionan en nuestro país, las cuales ofertan carreras que resultan económicamente rentables, descartando las ciencias y las tecnologías, las cuales por su propia esencia tienen costos tan elevados, que dejan a las universidades públicas el compromiso de asumirlas.
        Por ello, sin ambages, García de Paredes, presenta una reflexión sobre el tema, que va mucho más allá del tema tratado, y, aunque parece un juego de palabras, retrata una realidad innegable: “La experiencia parece indicar  que existen visiones diferentes en torno a la relación de la educación superior con el empleo.  Si bien es fácil aceptar que la educación superior tiene un valor positivo para la economía de un país, no es tan sencillo determinar una relación causal entre educación  y empleo.  Más tecnología no siempre significa más crecimiento; más crecimiento no significa necesariamente más empleo, el cual no está ligado por obligatoriedad a un aumento de las calificaciones académicas.” (GARCÍA DE PAREDES, 2011., pág. 20)

     Octavio Paz, Premio Nobel de Literatura 1998, nos enseñó que al estudiar una obra, jamás debemos preocuparnos por la vida del autor, porque la vida del autor está presente en su obra.   Anteriormente, el apóstol Santiago enseñanza que: “la boca habla de lo que abunda en el corazón.” Y en el corazón de Gustavo García de Paredes, antes que el rector de la Universidad de Panamá, palpita el docente comprometido y el historiador acucioso.
     Así, pues, en el capítulo Sobre Panamá cien años después  nos recuerda el tristemente célebre episodio del polvorín, parafraseando a Descartes para enseñarnos que: “Panamá existe, luego piensa.”  El fuego es un elemento correlacionado con nuestra historia.  Un fuego propiciado por el pirata Morgan acabó con la ciudad de Panamá en 1671.  Gracias a ese episodio y al hecho de que otros panameños de la época decidieron escapar del fuego y huyeron sin saber hacia dónde, hoy existimos los tableños, ilustres descendientes de un grupo de hombres y mujeres que prefirieron un éxodo hacia una tierra no prometida al compromiso de defender lo que ya tenían.  Un fuego acabó también con la ciudad de Colón en 1885, generando un desdeñable hecho histórico en el que fue ahorcado el Dr. Pedro Prestán, frente a la necesidad de encontrar culpables.

     El fuego del 5 de mayo de 1914 también es un hito en la historia patria, pues ese día los panameños nos percatamos de que no estábamos preparados para este tipo de eventos y de que era necesario prevenir, pues los desastres siempre son posibles. Sin embargo, del mal se obtuvo una enseñanza y, con la tragedia del polvorín, según el autor: “Como suele ocurrir en nuestros países, primero deben ocurrir las desgracias para después encontrarles el remedio.” (GARCÍA DE PAREDES, 2011., pág. 63)  Pues, el incidente causó notables y positivos cambios en el Cuerpo de Bomberos.
      A continuación, Gustavo García de Paredes, nos presenta tres artículos interesantísimos, amalgamados entre sí: Democracia, sociedad y democracia.   En primera instancia, nos aclara que la democracia, a pesar de ser el mejor de los sistemas de gobierno no es perfecto, situación que es planamente normal, pues que el ser humano tampoco lo es, aunque sí es perfectible, al igual que la democracia.  En esto también se percibe un aspecto positivo, pues en el momento que una especie o una institución logren la perfección pierden la capacidad de evolucionar.  Seguidamente, nos habla del carácter de la Universidad y, recurre al pensamiento del Primer Rector, Octavio Méndez Pereira, para decirnos: “En las naciones débiles y pequeñas como la nuestra, sobre las cuales se ciernen los nubarrones del imperialismo, cultura general, ciencia e investigación significan, más que en ninguna otra, autonomía, personalidad y libertad efectivas.  Por eso, consideré siempre una obra del más elevado patriotismo la creación y la formación de nuestra Universidad.  Ella constituirá, por derecho propio, por suficiencia y por solidaridad internacional de la cultura, el más avanzado vigía de nuestro pueblo y el más fuerte, consciente y eficaz defensor de nuestro destino.” (GARCÍA DE PAREDES, 2011., pág. 69) A la vez, García de Paredes con magistral sutileza indica: “Que las políticas de gobierno no sigan siendo hijas de la imprudencia, la improvisación y las coyunturas, como es común en el Tercer Mundo, sino  producto minuciosamente  elaborado a partir de la previsión juiciosa y la planificación inteligente.” (GARCÍA DE PAREDES, 2011., pág. 70)

Ulteriormente, el autor hace un repaso sobre la crisis de valores que confronta la sociedad panameña, situación que, sin lugar a dudas, limita la capacidad de crecimiento del país.
         Luego, toca el leit motiv de nuestra existencia como nación: El Canal de Panamá, institución de la cual he dicho en ocasiones diversas que si bien es cierto es que el nuestra principal fortaleza, es también el Talón de Aquiles de Panamá ya que, como nos dice García de Paredes: “Desgraciadamente, es el tema secular de nuestra identidad y nuestra supervivencia.  Y digo desgraciadamente, porque tratándose de un bien, de un recurso envidiado por muchas naciones, de una opción única en el mundo, ese mismo bien, y ese mismo recurso y esa misma opción, muchas veces convierte a la República, con todos los panameños dentro, en marionetas de intereses y estrategias geopolíticas muy ajenas a su voluntad soberana.” (GARCÍA DE PAREDES, 2011., pág. 83)

La visión del Dr.  García de Paredes, como hombre, como historiador, como docente, como rector de la Universidad de Panamá no se proyecta de manera lineal, sino que intenta en cada palabra marcar un rumbo a una nación pletórica de recursos que, sin embargo, no sabe emplear adecuadamente.  Pone su mirada en el campo,  a los ganaderos (igual a todos) los insta a mejorar como seres humanos, a aprender a trabajar en equipo… pues ya no les queda dudas de que la excelencia baja los costos, ahorra esfuerzos, aumenta las ganancias y las distribuye mejor. (Pág. 89).

Asimismo, hace referencia a la enseñanza de hechos como la Tajada de Sandía y el Tratado Mallarino Bidlack, prevé la importancia y necesidad de ampliar el Canal para mantener su  competitividad, a la vez que lo propone como modelo para el desarrollo humano.
     La identidad no escapa a sus preocupaciones y busca en el folclor una herramienta que propone a los estadistas como portador de claves para lleva a cabo rectificaciones históricas y para evitar peligros de desintegración nacional con secuelas de violencia e inestabilidad social.  (137)

Denuncia de igual forma la corrupción que tanto daño hace a nuestra sociedad que promueve la acumulación desmedida de riquezas, donde el delito si paga, y por la ignorancia de algunas autoridades que desconocen que todo acto público es un acto docente.
      Amable audiencia, como veis, he venido tan solo a promover la lectura de este texto, no por caprichos enarbolados con el  afán de complacer a nadie, sino con la convicción de que su lectura nos hará mejores panameños y mejores universitarios, que nos impelerá a cada uno a su manera a aportar nuestro grano de arena, para formar el Panamá que todos soñamos.

Las Tablas, 25 de mayo de 2012.




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